EVALUACIÓN
Vamos con la elaboración de un plan de evaluación de un proyecto de aprendizaje. Un elemento clave relacionado con el apartado de contexto que ya vimos anteriormente.
La evaluación debe servir para valorar los progresos y sistematizar puntos fuertes y débiles en el aprendizaje.
De todos es sabido que hablar de evaluación es un mundo a parte. Podríamos estar horas y horas hablando sobre tipos, criterios, instrumentos… Por mi parte os recomiendo este libro. Para mi fue de gran ayuda abriendo mi mente hacia otros conceptos.
Nos vamos a centrar exclusivamente en tres aspectos: criterios de cualificación, indicadores de éxito y rúbricas de los indicadores de éxito.
CRITERIOS DE CUALIFICACIÓN
¿Cuántas veces ha salido el tema de los criterios de cualificación en un claustro para trabajar todos desde la misma perspectiva?¿Tenéis en el centro un plan de evaluación de un proyecto de aprendizaje?¿Os suena el 60%-20%-20% u otras fórmulas según el nivel educativo en el que trabajar?
¿Qué corresponde al 60%-20%-20%?¿Me lo podéis explicar?
Antaño, se evaluaba agrupando en conceptos, procedimientos y actitudes. Ahora, en muchos de los casos en examen (60%), trabajos diarios (20%) y comportamiento (20%).
¿Tenemos bien organizados los indicadores de éxito o lo que el alumno debe saber hacer dentro del 60%-20%-20%?
La experiencia me dice que no. No queda muy claro. Os recomiendo que os olvidéis de estos porcentajes y que le deis a cada indicador de éxito la misma importancia. ¿No buscamos el desarrollo integral del niño? De todas formas, y aunque la administración nos exige obtener al final una puntuación numérica, lo importante es cuantificar e informar de lo que el alumno sabe o no sabe hacer.
Independientemente de si un indicador de éxito es conceptual, procedimental o actitudinal; a todos le debemos dar la misma importancia.
INDICADORES DE ÉXITO
En cuanto a los indicadores de éxito dentro del plan de evaluación dentro de un proyecto de aprendizaje, os cuento otro pequeño problema que debemos reflexionar. Para ello voy a poner un pequeño ejemplo del área de Educación Física: la bolsa de aseo.
Respecto a la bolsa de aseo:
1- Primero diferenciar entre si la trae o hace un buen uso. Porque puedo traerla pero no usarla. Pero independientemente de ello…
2-¿A cuántos indicadores de éxito hace referencia?
3-De normal se suele evaluar en todas las unidades didácticas pero… Si a lo largo del curso tengo por ejemplo 34 indicadores de éxito que evaluar, y la bolsa de aseo la evalúo en 10 unidades didácticas del curso, ¿la nota final se compone de 33 indicadores más el referente al de la bolsa, o de 33 indicadores más 10 referentes a la bolsa? ¿Tenemos bien organizados los indicadores de éxito? ¿Duplicamos indicadores a lo largo del curso? Las matemáticas son exactas y no es realmente lo mismo.
Con el tema de las actividades diarias o el comportamiento pasa absolutamente lo mismo.
Os pongo otro ejemplo similar. Planteo una tarea final de unidad didáctica que trabaja dos indicadores de éxito. Uno a través de siete contenidos, y otro mediante tres. ¿Cómo planteo la nota final? ¿Le doy más peso en la nota final al indicador de éxito que trabaja siete contenidos o al que trabaja tres? ¿Reflexionamos un poco?
Con todo esto os quiero abrir los ojos y que veáis cómo plantear la importancia de cada indicador de éxito por igual.
RÚBRICA
Por último, vamos a tratar el tema de la rúbrica para poder cuantificar el nivel de adquisición de cada indicador de éxito mediante una escala gradual. Yo las hago mediante la app de Idoceo, o incluso con excel son fáciles de hacer. Si os interesa podemos hablar más adelante sobre ello.
Solo una única cuestión sobre las rúbricas. No olvidéis diferenciar entre una actividad que un alumno ha realizado mal, con una actividad que no ha realizado. Por lo general la puntuación será casi la misma, o la misma, pero a nivel de información no lo es. Cuando un alumno no realiza una actividad puede ser a causa de diferentes motivos: falta de tiempo, falta de motivación, se le ha olvidado hacer entre otras muchas. Por lo tanto, que una actividad esté sin hacer no significa que el alumno no la sepa hacer.
Por lo tanto, a la hora de crear una rúbrica, os aconsejo:
1-Diferenciar entre una actividad mal hecha de una actividad sin hacer.
2-Crear actividades específicas para un contenido o indicador de éxito no quedando ambigua la información resultante. Por ejemplo, si una actividad pretende evaluar la comprensión lectora, ¿las faltas de ortografía cuentan? Este es el claro ejemplo de una actividad que sirve para evaluar más de un aspecto. Comprensión lectora y expresión escrita deben de evaluarse por separado. Por ello, si quiero evaluar simplemente la comprensión lectora, una actividad de test puede ser un buen ejemplo.
La evaluación nos debe ayudar a ver los progresos del alumnado independientemente de una numeración.
¿Te está resultando interesante el curso? Ahora llega lo que más estabas esperando. El día a día y las actividades originales suele ser lo que más busca el profesorado. Si quieres saber cómo organizarlas sigue leyendo.
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